En Washington, Jerome Powell se fajó ante el Comité Bancario del Senado durante la presentación semianual de política monetaria. El presidente de la Fed advirtió que despojar al banco central de la facultad de pagar intereses a las reservas bancarias sería, palabras textuales, “un camino largo, volátil y nada barato”. Algunos senadores republicanos con Ted Cruz a la cabeza alegan que esa medida ahorraría miles de millones al Tesoro; Powell ripostó que es “una ilusión contable” y que minaría la capacidad de la Fed para controlar las tasas de corto plazo.
El intercambio se volvió político cuando legisladores acusaron a Powell de “sesgo” por criticar los aranceles de la Administración Trump. El jefe de la Fed recordó que la evidencia señala que tarifas generalizadas añadirían entre 0.5 y 1 punto porcentual a la inflación hacia fin de año. Por ahora, la inflación subyacente ronda el 2.8 % anual y la Fed mantiene el rango objetivo de los fondos federales en 4.25 %-4.50 %. Sin embargo, el mercado descuenta un recorte de 25 puntos básicos para septiembre si el IPC de julio confirma la moderación de precios.
Powell reconoció que la propia Fed está perdiendo dinero paga 4.40 % por exceso de reservas mientras cobra cupón promedio de 2.5 % en su cartera de bonos, pero subrayó que las pérdidas no comprometen la misión ni generan déficit fiscal. De paso, respaldó la solvencia del sistema bancario, aunque admitió que la transición a un régimen de “reservas escasas” (pre-2008) sería “como serrucharle una pata a la mesa y esperar que siga en pie”. Traducción libre: ni sueñen con mandar a la Fed al modelo viejo sin caos de por medio.
Para América Latina y RD en particular, el mensaje importa doble: primero, porque las tasas de referencia globales seguirán altas algunos meses más; segundo, porque cualquier giro brusco de la Fed tendría efectos inmediatos sobre flujos de capital y presión cambiaria. El juego, como dijo Powell, “sigue siendo de datos”. Pero en el Capitolio ya se vio que también es de retórica electoral, y ahí las sorpresas nunca faltan.